Las orquídeas están entre las especies florales más viejas, su origen se remonta a hace más de 65 millones de años. En la antigüedad se creía que la orquídea tenía propiedades medicinales y afrodisíacas. En la mitología griega, la orquídea representa la transformación de Orchis, hijo libidinoso de una ninfa que le dio su gracia y de un sátiro que le dio su afición por la lujuria. Feroz y violento, se fue transformado en la delicada flor por los dioses del Olimpo.

Los documentos más antiguos que describen la planta proceden de China, y el filósofo griego Teofrasto afirmaba que tenía propiedades medicinales. Traída por los barcos en las expediciones a los todos los rincones del mundo, la exótica orquídea se hizo popular en toda Europa en el siglo XVI.
La orquídea simboliza sobre todo la seducción y el erotismo. En la antigua Grecia, por su sugerente forma, se le atribuía incluso un poder sobre la sexualidad y la fertilidad. Del griego "orchus" que significa "testículo", la orquídea era un signo de virilidad. También puede significar fertilidad, y su mensaje se aclara con su color: blanco, es amor puro, rosa o morado, es ternura, azul es esperanza...