Una orquídea puede florecer varias veces al año, la cantidad de flores depende de su edad. Sin embargo, conseguir que una orquídea vuelva a florecer no es tan fácil como suena, requiere no solo de mucha paciencia si no de un adecuado mantenimiento. Como hemos explicado anteriormente una buena ubicación y un riego regular son fundamentales. Si ves que salen hojas nuevas o que las raíces se están aireando quiere decir que la orquídea está creciendo. En ese momento puedes echar un poco de fertilizante específico para orquídeas. En cuanto aprecies que un tallo se está secando puedes cortarlo, pero si ves que el tallo está muy verde no lo cortes, tu orquídea hará nuevos brotes.
En lo que se refiere al trasplante, debes adaptarte a la variedad de tu orquídea. La phalaenopsis, por ejemplo, debe trasplantarse cada dos años aproximadamente, la frecuencia del trasplante depende de la variedad. Algunas variedades necesitan ser trasplantadas con más frecuencia que otras. Si ves que las raíces se salen de la maceta debes trasplantarla a otra maceta un poco mas grande, es importante que la raíz no se asfixie y pueda respirar bien.