Sant Jordi es una de las celebraciones más emblemáticas de Cataluña y se celebra cada 23 de abril. Aunque la festividad se asocia con la tradición de regalar una rosa y un libro, la historia detrás de esta festividad es mucho más interesante de lo que parece.
La leyenda cuenta que en una pequeña ciudad llamada Silene, un dragón aterrorizaba a los habitantes, quienes, para calmarlo, sacrificaban a un joven cada día. Un día, la suerte cayó sobre la princesa del pueblo, a quien Sant Jordi salvó justo a tiempo de ser devorada por el monstruo.
La victoria de Sant Jordi contra el dragón se convirtió en una leyenda y se extendió rápidamente por toda Europa. A partir de entonces, Sant Jordi se convirtió en un símbolo de la valentía, la lealtad y la protección.
En Cataluña, la fiesta de Sant Jordi se celebra desde el siglo XV y se asocia con la llegada de la primavera y el inicio de la temporada de la rosa. La tradición de regalar rosas a la persona amada surge a finales del siglo XIX, cuando el librero Ramon Casas i Carbó propuso la idea de unir la fiesta de Sant Jordi con la cultura del libro.